Sabino Barroso Pimentel
De un plumazo la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, aprobó la ley contra los inmigrantes (latinos) más dura y estricta de los Estados Unidos. No le tembló el pulso para cambiar la historia de ese país, para vergüenza de la humanidad. Obama, la calificó de irresponsable y le solicitó al Departamento de Justicia que analice si viola o no… los derechos civiles. Ahora que Arizona se convierte en el estado que lleva la vanguardia en trocar a los indocumentados en criminales, la incógnita es saber, como parece que será, si otros estados fronterizos seguirán su ejemplo.
Mediante esta ley se obliga a los policías y demás autoridades a andar, como la Gestapo en sus mejores tiempos, solicitándoles los documentos a las personas de rasgos latinos y de no tener documentos, tienen autoridad para meterlos ipso facto en la cárcel. ¡Qué asco!
La gobernadora republicana Jan Brewer, sin pestañar, manifestó que su decisión no fue tomada a la ligera y que rezó para tener fuerza y firmar la Ley SB 1070, porque representa lo que es mejor para el estado de Arizona; que lo hizo después de haber oído los pro y los contra; de considerar los impactos de la referida ley y alegó la falta de acción del gobierno federal, en ese sentido. Sin embargo, cuando se le preguntó a la gobernadora, Jan Brewer, cómo ella describiría a un indocumentado… no supo responder. Sin duda, la policía se guiará por los perfiles étnicos de las personas. ¡Qué asco!
El 26 de abril de 2010, es desde ya un día de luto e ignominia para Arizona y el mundo, y pasará a la historia de la humanidad como otra barbaridad de la cultura capitalista del imperio. El inefable senador John McCain justificó la aprobación del instrumento. Nuestros medios de comunicación han pasado agachados y apenas reseñan en segundo plano la noticia. ¡Qué asco!
El Comandante Presidente Hugo Chávez, cuando Leopoldo Castillo (el ciudadano) y Humberto Calderón Berti, se mofaron a carcajadas en la televisión, del Presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, se manifestó contra la discriminación con dos certeras palabras: ¡Qué asco!
Mediante esta ley se obliga a los policías y demás autoridades a andar, como la Gestapo en sus mejores tiempos, solicitándoles los documentos a las personas de rasgos latinos y de no tener documentos, tienen autoridad para meterlos ipso facto en la cárcel. ¡Qué asco!
La gobernadora republicana Jan Brewer, sin pestañar, manifestó que su decisión no fue tomada a la ligera y que rezó para tener fuerza y firmar la Ley SB 1070, porque representa lo que es mejor para el estado de Arizona; que lo hizo después de haber oído los pro y los contra; de considerar los impactos de la referida ley y alegó la falta de acción del gobierno federal, en ese sentido. Sin embargo, cuando se le preguntó a la gobernadora, Jan Brewer, cómo ella describiría a un indocumentado… no supo responder. Sin duda, la policía se guiará por los perfiles étnicos de las personas. ¡Qué asco!
El 26 de abril de 2010, es desde ya un día de luto e ignominia para Arizona y el mundo, y pasará a la historia de la humanidad como otra barbaridad de la cultura capitalista del imperio. El inefable senador John McCain justificó la aprobación del instrumento. Nuestros medios de comunicación han pasado agachados y apenas reseñan en segundo plano la noticia. ¡Qué asco!
El Comandante Presidente Hugo Chávez, cuando Leopoldo Castillo (el ciudadano) y Humberto Calderón Berti, se mofaron a carcajadas en la televisión, del Presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, se manifestó contra la discriminación con dos certeras palabras: ¡Qué asco!
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