Cuando llegó Chávez al poder el Gobierno estaba en quiebra, no había clase media, la economía de la empresa privada tradicional Venezolana había desaparecido, y la población en general sumida en la miseria.
Para sustentar esta afirmación me voy a basar en la pagina web de la “Fundación Polar”, La Gran crisis bancaria.
http://www.fpolar.org.ve/
“1994 se le cataloga, con mucha razón, como el año de la crisis financiera, la mayor que haya padecido Venezuela y también la mayor, proporcionalmente, acaecida en el mundo.
Al fin del proceso, un tercio de la Banca Comercial había sido afectada. Trece bancos, representantes del 37% de los depósitos totales del sistema, habían desaparecido, mientras otros, tradicionalmente percibidos como los bancos más sólidos, experimentaron un crecimiento de grandes proporciones al ser los receptores de buena parte de los depósitos de los bancos afectados .
El cierre abrupto de los bancos mencionados repercute en una contracción súbita del mercado de bienes y de trabajo; en la expansión desordenada del circulante que contribuye a depredar las reservas internacionales existentes y a generar inflación. Estos hechos tienen repercusiones traumáticas que profundizan el escepticismo y la pérdida de credibilidad en las instituciones.”
Y en la pagina web oficial del Doctor Rafael Caldera, Presidente de La Republica durante el periodo 1994-1999, ósea el le entrega la presidencia a Hugo Chávez, lo que implica igualmente que fue el ultimo gobierno de la cuarta republica.
Podemos apreciar la situación económica durante cada uno de los años de su gestión, descrita por el mismo Doctor Caldera.
http://www.rafaelcaldera.com/
"Segundo Gobierno de Rafael Caldera 1994 – 1999
1994: El enrumbarmiento
En medio de un contexto desolador, que suponía más recesión, déficit fiscal, caída de reservas internacionales, probable quiebra de muchos bancos, inestabilidad política y mayor inflación, la Presidencia Caldera se encarga del gobierno con la misión de gestar un acuerdo nacional y un plan económico que respondiera ante las urgencias de la Nación, y que pudiese resolver racionalmente la indecisa y delicada inserción de Venezuela en los mercados internacionales.
Con estos fines en mente, la Presidencia Caldera tomó en 1994 algunas decisiones difíciles que lograrían afianzar el deseo general de paz social.
Pero los problemas continuaban; la pobreza, el déficit fiscal, la recesión, el desempleo y la violencia parecían incontenibles. El notable crecimiento de la actividad económica petrolera (5.7% mayor al año anterior), resultado de las políticas de inversión petrolera, no lograba compensar la caída sufrida en otros sectores de la economía. Por otro lado, los aportes que se vio forzado a hacer el Estado para enfrentar la crisis bancaria dispararon la inflación a niveles sin precedente histórico: 70%.
1995: los problemas se multiplican; las soluciones se aplican
En 1995 los efectos nefastos de la crisis bancaria se manifestaron con fuerza: 1,2 billones de bolívares le costó al país resolverla, el equivalente al 16% del PIB y a dos tercios del gasto público. Las consecuencias se hicieron sentir: más inflación, exceso de liquidez, sobrevaluación del bolívar, caída de las reservas internacionales, etc.
Si bien es cierto que todavía durante el año 1995 la Presidencia Caldera tuvo que enfrentar la situación de la crisis bancaria descrita, haciendo aportes extraordinarios que le impondrían consecuencias negativas al ajuste de sus propias cuentas, en 1996 se enfrentó a una crisis mayor. El año comenzaba con profunda inestabilidad. Las reservas internacionales se hallaban en un peligroso mínimo y la política de control de cambio mostraba el agotamiento de su efectividad, sobre todo en lo que se refiere al modo de contrarrestar la emergencia precedente. Sin embargo, la paz social y política se preservaban, condiciones indispensables para acometer medidas económicas que entrañaban riesgos mayores.
La evidencia más importante de ello lo demostraban ciertos hechos: algunas medidas anunciadas en abril, como el aumento de la gasolina, no resultaron, como muchos temían, en descalabros sociales.
Pese a los éxitos alcanzados en 1996 aún persistían serias desigualdades sociales. Los saldos positivos de la política macroeconómica adoptada aún no alcanzaban a las mayorías. Solo cuando esto suceda podremos entonces hablar de la culminación de la Agenda.
Durante 1998, la Presidencia Caldera reajustó la Agenda Venezuela de acuerdo con el nuevo panorama que ofrecía la economía mundial. Una férrea disciplina fiscal buscaba adecuar los gastos a los ingresos reales, que se vieron mermados por la crisis de los precios del petróleo. Previsiva y responsable, la administración asume tomar medidas inaplazables, que podían haber esperado hasta 1999, pero cuyo retraso generaría graves problemas al próximo gobierno y perjuicios para los proyectos de la paz en Venezuela. De mantenerse el conjunto de medidas tomadas en 1998, y de asegurarse el rumbo de las orientaciones macroeconómicas asumidas, afinando los procesos de reforma que exige el nuevo Estado -en proceso de lograr su disciplina y profundizar su redimensionamiento-, el giro estructural realizado habrá completado su fase traumática y podremos contar con las líneas maestras del diseño de país que deseamos.
El mayor problema del proceso de ajustes que incluye la Agenda Venezuela consiste en hacerle frente a un hecho social: en estos últimos nueve años el desempleo se ha duplicado. En un intento por resolver este gigantesco reto se procedió a la reorganización del Ministerio del Trabajo y de la Seguridad Social. Ambos procesos de reforma respondían directamente a la gravedad de la situación. Pero todavía es necesario contar con una administración social más eficiente, que logre resolver la severidad del desempleo. "
Con la apertura a los capitales extranjeros durante el Gobierno de Rafael Caldera, Desapareció la empresa privada tradicional Venezolana, Chocolates Savoy (la compro la Nestle),CADA (lo compro el grupo Colombiano Éxito) La Electricidad de Caracas(la compro la transnacional Enron), VIASA,(por los Españoles de Iberia), Leche Carabobo, por la PARMALAT de Italia, Jugos Yukerí por la empresa Parmalat, Banco de Venezuela (por el grupo español Santander), Banco Caracas (desapareció), Banco Consolidado, (el grupo Chileno Corpbanca) Banco Provincial (Los Españoles del Bilbao Vizcaya), El Banco Unión (los colombianos Banesco) los cuales fueron expropiados y rematados en subasta pública. Cerraron las ensambladoras General Motors, Ford, Volkswagen, generando el desempleo y la recesión automotriz mas grande que ha existido en Venezuela, desde el vendedor de repuestos, talleres mecánicos, concesionarios. Alrededor de 500 mil personas quedaron desempleadas, solamente en el sector bancario, desde el portero hasta el Presidente. La pequeña y mediana industria quebró, sus capitales quedaron congelados en los bancos. Personas que vivían de la renta bancaria quedaron en la indigencia. Se paralizaron las construcciones, privadas al no tener créditos. Las cadenas de pequeños y medianos comercios subsisten gracias a los asalariados, tanto del sector publico como privado, familias enteras quedaron sin sustento, por que las cabezas de familia quedaron desempleadas, los pensionados, no se les pagaba al día a pesar de ser montos irrisorios.
Eso fueron las medidas de austeridad, que se tomaron, o sea, se eliminaron casi todos los ministerios, lo que generó un desempleo galopante en el sector público. Se suprimieron los institutos autónomos, o fueron reducidos a su mínima expresión como el INOS, El Centro Simon Bolívar, se desmanteló la capacidad del estado, para mantener la infraestructura publica. Se paralizó la inversión pública. Los Marinos Mercantes quedaron sin empleo, al ser eliminada la CVN. Los controladores aéreos, fueron despedidos (todos), por hacer una huelga por salarios: fueron sustituidos por militares.
Chávez recibió un Estado sin Reservas Internacionales, sin presupuesto, desmantelado institucionalmente. Chávez recibió el estado en general llevado a su mínima expresión como política y plan de gobierno, no por haber una crisis mundial, sino por querer librar al Estado de cualquier obligación o responsabilidad económica o social con sus habitantes, o lo que ellos denominaron “Estado Paternalista”. O lo que es lo mismo, si no supe administrarlo, lo privatizo. Si privatizo lo que me da mala imagen o lo descentralizo, (lo traspaso a los gobiernos locales) ya no soy responsable si el hospital funciona o no, o si la escuela, tiene pupitres, el que tiene que resolver ahora es el Alcalde, o el dueño del hospital.
Chávez recibió un estado quebrado, con el 80% de la población severamente empobrecida, tanto que el nivel mas bajo de la escala en la población: llegó a tener 5 sub niveles de gasificación de pobreza, pasando por “muy pobre”, “pobreza extrema”, “pobreza atroz”, “mendicidad”, “indigencia”.
Hace 40 años ver a alguien comiendo basura, téngalo por seguro que era un desequilibrado mental. Comienzan a proliferar en las calles, recoge latas, niños de la calle, mendigos. Familias de indigentes comienzan a tomar los espacios públicos, que se quedaron sin organismos que los mantuvieran, debajo de un puente, riberas del Guaire. Proliferan edificios, “fantasmas”, construidos o a medio construir, sedes, propiedades de los antiguos bancos, que fueron embargados, los cuales son igualmente invadidos.
Chávez recibe el gobierno, hipotecado hasta el año 2020, (recuerde los bonos Braydi), sin presupuesto, sin reservas internacionales, con las instituciones desmanteladas, el sector privado quebrado, con el precio del petróleo a 7 dólares, y a punto de privatizar a PDVSA, y desnacionalizar la industria petrolera, que es nuestra única fuente de ingresos.
Chávez rescató al país de esa situación atroz, al cambiar las políticas económicas diametralmente, oponiéndose a la opinión pública Venezolana e internacional, realizando hazañas, obteniendo logros que se pensaban imposibles, cuando visitó a Sadam Husein, y a los otros socios de la OPEP, que felizmente terminó con la reunificación, resurgimiento y fortalecimiento, del organismo, logrando se acordara, establecer un sistema de bandas mínimas establecidas por la OPEP y no por el mercado.
El estado reasume, la inversión, en educación, salud, alimentación, subsidios, pensiones, becas (las llamadas misiones), planes de empleo masivo, restructuración del Estado. Redistribución de los ingresos, de PDVSA a lo social, se crea el fondo de estabilización macro económica. Los indicadores negativos comienzan a revertirse, por primera vez se habla de crecimiento, sin costo social.
Comienza a verse un cambio positivo en la economía y en todos los sectores nacionales, que sobrevivientes al la receta para crear miseria a la que nos sometió Rafael Caldera.
Lograr en tan poco tiempo un cambio radical en la economía, fue realmente extraordinario, milagroso si se quiere. Pero siempre, con el desmérito constante los sabios del IESA, (eso es dinero inorgánico, el exceso de circulante es malo, es algo coyuntural, es una burbuja, de este año no pasa, el año que viene nos vamos a comer un cable, etcétera).
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