Por Sabino Barroso Pimentel
La huelga de hambre es, en esencia, una forma de lucha no violenta, no veo de qué manera puede ser violenta una huelga de hambre. Pues se trata de la abstención de ingerir alimentos por una persona, hasta morir. Así pues, si no se obtiene lo que pretende el huelguista, le sobreviene la muerte, aun siendo falsa o innoble la pretensión, como lo fue en el caso de Franklin Brito, que más que una huelga de hambre, lo de Brito fue un vulgar chantaje.
El caso de Bobby Sands, en Irlanda. El motivo de la huelga era la exigencia de los prisioneros, encabezados por Bobby Sands, sólo para ser reconocidos como presos políticos o prisioneros de guerra y no como presos comunes. La gran prensa mundial, no obstante, publicó que el plan de los huelguistas era conseguir publicidad a nivel internacional. Como se puede ver Sands y sus camaradas solo exigían algo sumamente humano, patriótico y sencillo, y por no admitir ese humano y sencillo pedido, la Thatcher, dejó morir a Sands y a sus camaradas.
Bobby Sands, en el transcurso de la huelga de hambre, lanzó su candidatura al parlamento, en 1981, y, el 09 de abril de 1981, fue electo diputado al Parlamento. Tras la victoria de Sands, Margaret Thatcher, aprobó un Acta de Representación Popular de 1981, que impedía la nominación como candidatos electorales de aquellos prisioneros que cumplían condenas de más de un año tanto en el Reino Unido, como en Irlanda. La ley fue aprobada rápidamente para evitar que otros huelguistas pudieran ser elegidos diputados. Luego de 66 días sin ingerir alimentos, Bobby Sands, murió.
El caso de Mahatma Gandhi. La huelga de hambre de Gandhi, la comenzó cuando ya los británicos le habían concedido la libertad a la India. Gandhi, inició su huelga de hambre, el 13 de enero de 1948, en Nueva Delhi, para exigir la paz entre musulmanes e hindúes, cuya rivalidad conllevó la división del territorio indio en Pakistán e India. Esa huelga de Gandhi, duró 16 días.
Caso del simulacro del vampiro Ledezma. El vergonzoso simulacro de huelga de hambre, del vampiro lo inició por su hambre de robar, pero, en apenas 48 horas de transcurrido, el simulacro, comió por recomendación de sus médicos. ¿Puede considerarse esa payasada una huelga de hambre? Y, para que se vea que no es cosa mía, así lo registra Wikipedia en: http://es.wikipedia.org/wiki/
A estas alturas me pregunto si vale la pena escribir algo de esa truculenta huelga de hambre, que llevaron a cabo los Manitas Blancas o Nalguitas al aire. La respuesta es un rotundo NO. Esa gente (mero eufemismo) se cansó de comer, contaban con una envidiable logística y con un impresionante despliegue publicitario. Aun así, nadie en Venezuela, empezando por ellos y los suyos, cree o creyó en esa gran farsa.
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