Por Reinaldo Quijada
En estos momentos, la exageración es necesaria… Las convicciones, si son verdaderas, son exageradas. Los principios y los valores, cuando le dan sentido a la vida, son exagerados. La política auténtica, la que se desarrolla desde su dimensión moral, es exagerada. Los pueblos, cuando despiertan de su letargo consciente y expectante, se manifiestan de manera exagerada. Allí están el 27F de 1989, el 4F de 1992 y el 12A de 2002 para recordárnoslo. Esa sabiduría del pueblo es exagerada.
En estos momentos, la exageración es necesaria…Los recientes resultados del 26S así nos lo dicen. Hemos perdido muchos espacios electorales. La oposición viene creciendo. Las contradicciones se han venido acumulando. La responsabilidad histórica de la Revolución Bolivariana es inmensa. No hay margen para el error. La derecha pudiera regresar… Las líneas estratégicas anunciadas por el Presidente Chávez son importantes en su contenido. Sus críticas y autocríticas son contundentes: la necesidad de reunificar a una militancia dispersa; de incrementar nuestra capacidad discursiva; la cultura política capitalista presente a lo interno del PSUV; la insuficiente vinculación del PSUV con las bases; las desviaciones propias de los partidos tradicionales, inaceptables en un partido revolucionario; el partido convertido en mera maquinaria electoral; la falta de democracia interna, etc. Muchas rectificaciones y enmiendas, de gran envergadura, que deben realizarse, de manera exagerada. No, a medias. Un buen inicio sería “democratizar al PSUV”. Es una tarea sencilla que pondría a prueba, de cara a las bases que lo reclaman, la voluntad de cambio. Si permanecemos en las apariencias, en los buenos deseos o en las abstracciones discursivas, como lo hemos hecho en el pasado, el impacto político que pudieran tener las líneas estratégicas, se perderá. Estamos conscientes que hacer una revolución no es algo sencillo, que todas las revoluciones están plagadas de contradicciones, de limitaciones, de marchas y contramarchas, que se requiere mucha perseverancia, mucho desprendimiento y mucha humildad. Esto es cierto, al igual que es cierto, como una verdad pétrea, que la derecha viene recuperando terreno…
En estos momentos, la exageración es necesaria… Hemos dicho, de manera exagerada, en otro artículo de opinión, que “la resistencia al cambio de nuestra alta dirigencia y su hegemonía excluyente darán al traste, una vez más, con las ideas del Presidente Chávez” y que “nada hace presagiar un cambio”. Estamos convencidos, que la cuarta línea estratégica, anunciada por el Presidente Chávez, es imposible de realizar. Nos referimos a la que establece “el PSUV como plataforma de desarrollo y fortalecimiento del Poder Popular”. Ya ha pasado, para el PSUV, demasiada agua bajo el puente y no le será posible recoger las aguas que se han desparramado. ¿Somos pesimistas? No. Somos exagerados porque es necesario serlo. Sólo siendo exagerados, podremos quizás lograr algún cambio. La verdad también es exagerada. Chávez es exagerado. Fidel, lleva más de 60 años, siendo exagerado. Los revolucionarios debemos ser exagerados. La exageración es un instrumento de lucha política…
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