Por Reinaldo Quijada
“Dios habla a través de los números”. Esta es una frase que se le atribuye a Pitágoras y que el Presidente Chávez ha venido utilizando. Efectivamente la matemática no miente, se requiere sin embargo una adecuada interpretación de las cifras. Estamos por terminar, me refiero a Clase Media Revolucionaria, un estudio comparativo de los resultados del 26S, con respecto a los procesos electorales del 2008 y 2009. Ya terminamos el procesamiento de la data y estamos discutiendo las conclusiones y recomendaciones que pronto difundiremos… Nos llama la atención que muchos camaradas revolucionarios se niegan a aceptar la realidad matemática. Si bien ganamos el proceso electoral del 26S, al obtener una mayoría importante de diputados, si bien es cierto que no se puede trasladar automáticamente estos resultados al 2012, es igualmente cierto que la brecha, de nuestros votos, con relación a los de la oposición, se redujo considerablemente. Estos amigos califican, a quienes así opinamos, de “derrotistas”; es decir, aunque no sea su intención, descalifican a priori el análisis crítico. De esto, lo cual es preocupante, se ha hecho eco un grupo importante de nuestros militantes. Y es lo que estamos calificando del “síndrome del NO es NO”. Cuando nuestros periodistas le preguntaban a la oposición por qué estaba contra la “reelección continua”, la respuesta invariable era: “NO es NO. NO es NO”. Nosotros, nos estamos contagiando del mismo síndrome, cuando repetimos una y otra vez: “98 es más que 65”, “98 es más que 65”, “98 es más que 65”. La realidad matemática nos dice, por sólo adelantar algunos datos del informe, de unas 80 páginas, antes mencionado, que perdimos en las ciudades de mayor población: Maracaibo, Valencia, Maracay, Barquisimeto, Los Teques, San Cristóbal, Mérida, Coro, Cumaná, Barcelona, Puerto La Cruz, Porlamar y Caracas. Que crecimos en votos, en 20 de las circunscripciones electorales pero que la oposición creció, con relación a nosotros, en 67 de ellas. Que nosotros decrecimos, en votos, con relación a la oposición, en las 22 parroquias del DC, en los 21 municipios de Anzoátegui, en 14 de 18 municipios de Aragua, en los 14 municipios de Carabobo, en 21 de 25 municipios de Falcón, en los 21 municipios de Miranda, en las 11 parroquias de Vargas, en 11 de 21 municipios de Zulia y en las 18 parroquias de Maracaibo. La lista es mucho más larga. ¿Qué sentido político tiene negar esta realidad? Un trastorno de la personalidad es la inmadurez, por ejemplo la inmadurez política, que podemos caracterizar de la siguiente manera: mala o nula percepción de la realidad, desconocimiento de lo que uno es, poco o nulo sentido de la responsabilidad, incapacidad para elaborar un conjunto de soluciones asequibles y positivas que permitan resolver problemas concretos, poca capacidad para remontar las adversidades, falta de espíritu crítico… Tenemos un líder extraordinario que no sólo ha cambiado a nuestro país sino al mundo entero, un líder cuya lucha, inteligencia y entrega es referencia y esperanza para los pueblos del mundo, un líder que acabó con el ALCA, prácticamente él solo, y más allá de la referencia luminosa que ha significado Fidel y la revolución cubana, un líder que resucitó a la OPEP, un líder que ha estado uniendo a los países secularmente explotados, un líder que le devolvió el sentido a la política, etc., etc. Y además un pueblo noble y valiente que ha crecido inmensamente, en lo político y en lo ideológico, con nuestro líder, el Presidente Chávez. ¿A qué le tenemos miedo entonces? EL FUTURO NOS PERTENECE pero es necesario revisar nuestros errores y enderezar el rumbo donde haya que hacerlo. ¡Es demasiado lo que está en juego!
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